Imagen tomada de: Circolo Culturale "Don Rinaldo Beretta" http://www.circulturaledonberetta.it/mostra_scarpati/home.htm
Los Novios de Manzoni (escrito desde 1821 pero publicado como edición definitiva hasta 1827) es una novela que ayudó a asentar este género en pleno siglo del Romanticismo con personajes que escapaban de la tradición de ese entonces: en lugar de gente bien acomodada en la sociedad, con toneladas de dinero, propiedades y demás, los protagonistas vivían entre cabañas, tierra, peste, gente analfabeta, obreros, etcétera.
Si bien no fue bien recibida en un comienzo por esta misma razón (¿cómo gente del vulgo podía ser protagonista de un idilio que trascendiera regiones?), poco a poco fue ganándose su lugar como una de las grandes obras en la literatura Italiana, sobre todo por pertenecer al "romanzo storico".
Deslindando responsabilidades y mejorando la ficción
Así como hiciera Miguel de Cervantes con su Quijote, Manzoni aplica la técnica del manuscrito encontrado. Basta ver la portadilla en la imagen: Descubierta y editada por Alessandro Manzoni. Es decir, el narrador original de la historia no es el narrador que presenta Los Novios. Es como una puesta en abismo: esta persona que nos va contando la historia simplemente está haciendo una paráfrasis de la "historia original" que se encontró en otra fuente. Luego, en algunos casos cuando algún personaje cuente una historia dentro de la novela, estamos añadiendo otro narrador...
Por ejemplo:
Manzoni>narrador de los manuscritos>personaje del manuscrito que cuenta algo> (y así se podrían seguir añadiendo narradores hacia la derecha).
En El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha también nuestro narrador sólo nos cuenta la historia de Alonso Quijano a partir de lo que viene en una serie de manuscritos de otro "autor". Así pues, no son Cervantes ni Manzoni los dueños de la historia, sino que en este mundo ficticio alguien más ya la había escrito.
Manzoni>narrador de los manuscritos>personaje del manuscrito que cuenta algo> (y así se podrían seguir añadiendo narradores hacia la derecha).
En El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha también nuestro narrador sólo nos cuenta la historia de Alonso Quijano a partir de lo que viene en una serie de manuscritos de otro "autor". Así pues, no son Cervantes ni Manzoni los dueños de la historia, sino que en este mundo ficticio alguien más ya la había escrito.
Ahora bien, este recurso solía utilizarse para de cierto modo deslindarse de las represalias que pudiera tomar la audiencia. Si algún pasaje de la historia no le gustaba a alguien, se culparía a ese autor ficticio y no al verdadero escritor.
Pero también era un modo de mejorar esta ficción y hacerla más interesante. De hecho le daba otro grado de realismo al relato pues uno como lector se preguntaría siempre cómo estaba escrita originalmente la historia. Acentúa la importancia de los personajes así como el poder de nuestra imaginación. En nuestra mente pasaría la imagen de Manzoni o Cervantes haciendo de copistas a la luz de la vela, interpretando esos manuscritos.
Esto va de la mano del ya conocido uso de nombres ficticios. El escritor toma a una persona de la vida real, pone sus acciones en el papel pero con el simple hecho de colocarle otro nombre, evita reclamos, ya que no se puede confirmar el uso, por más evidente que sea. Recordemos la frase que actualmente añaden al final de las películas: "las personas, lugares o eventos que aparecen en esta película son ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia".
La moral cristiana
Los Novios puede entrar también en el ámbito de las novelas educativas. Hay que voltear a ver la época en la que se desarrolla la historia (no confundir con el tiempo en que la escribe Mazoni). Estamos en una sociedad cristiana en Italia durante el siglo XVII, con un conflicto entre Austria y España gobernando en la península itálica.
Hay una fuerte influencia de cardenales, frailes, arzobispos y conventos, sobre la sociedad en la novela. Esto también hace que la novela histórica encaje en el género del Realismo.
Hay una fuerte influencia de cardenales, frailes, arzobispos y conventos, sobre la sociedad en la novela. Esto también hace que la novela histórica encaje en el género del Realismo.
Por tanto, hasta cierto punto alcanza el grado de moralizadora. Durante muchos pasajes de la novela, la fe cristiana y los preceptos para portarse bien y encomendarse a Dios durante las desventuras, traen recompensa. No es que haya una influencia directa de Dios como sucedía en las narraciones clásicas del mundo griego donde Atenea, Baco, Afrodita, Zeus y demás comitiva, se presentaban como personajes.
Como ejemplos podemos citar la mágica transformación del caballero; Lucía cambiando de opinión sobre volverse monja; fray Cristoforo siendo perdonado por la familia del rufián al que mató y más.
Cabe señalar que a ellos también se les unen personajes que se dejan llevar mucho por sus pasiones, como nuestro protagonista Renzo que en ocasiones sí reniega de la pasividad del cristianismo. O bien, a Gertrude, la madre abadesa que no tenía intenciones celestiales cuando se ordenó como monja (obligada en gran parte por su familia y los bienes que podrían recibir de ello).
Al acontecer a la mitad de la historia, cuando uno está más intrigado, le da todavía más dramatismo. Si bien en algunos instantes parece algo cansado (cosa que incluso el narrador menciona), cumple con el doble propósito de informar y hacer más real la narración, pues por mucho tiempo del libro quedamos sin saber qué fue de nuestros personajes queridos. Es una angustia que se siente duradera.
No sé, en mi caso sí me hizo sentir que el tiempo pasó y dispersó más el camino de Renzo, Lucía, Agnese, el Innombrable, etcétera.
Que me resultó cansado, sí. Pero una vez que descubres el propósito y te llega esa sensación de dificultad y paso del tiempo, este pensamiento se va. Hoy que he terminado la novela, me pareció magistral.
Este efecto lo relaciono con el discurso sobre el infierno que Joyce añadió a su Artista Adolescente, pero de eso hablaré en otra entrada.
También es divertido imaginar los paisajes, caminos y andar de la gente conforme se dan los viajes entre cada ciudad. Me gustó seguir los pasos de Renzo, subir hasta el castillo del caballero innombrable, cruzar en bote los lagos, etcétera.
Sin duda es un libro que combina realismo, pueblo, historia y recursos narrativos. Obra maestra de la literatura universal que no debe dejarse pasar si tienes la oportunidad de leerla.
Sólo podría mencionar, a grosso modo, que durante mucho tiempo Manzoni estuvo editando y reeditando debido a los contrastes de algunos vocablos y nivelar lo cultos que podrían parecer sus personajes. Hay que hacer mención que él venía de una familia muy bien acomodada, entonces su léxico era muy rico y refinado. Hacer una novela sobre el vulgo con lenguaje popular, supuso un gran reto para alguien demasiado culto que jamás había tenido la experiencia de vivir ese día a día.
Mención especial al canal Leggiamo con Letizia, que me dio norte para estructurar esta entrada:
Como ejemplos podemos citar la mágica transformación del caballero; Lucía cambiando de opinión sobre volverse monja; fray Cristoforo siendo perdonado por la familia del rufián al que mató y más.
Cabe señalar que a ellos también se les unen personajes que se dejan llevar mucho por sus pasiones, como nuestro protagonista Renzo que en ocasiones sí reniega de la pasividad del cristianismo. O bien, a Gertrude, la madre abadesa que no tenía intenciones celestiales cuando se ordenó como monja (obligada en gran parte por su familia y los bienes que podrían recibir de ello).
Puntos que me agradaron
Esta narración pertenece al género de novela histórica, ya que pone a sus personajes dentro de una línea de tiempo de la vida real, añadiendo desde luego de su cosecha. Un punto crucial de esto es la peste que pegó en Italia entre los años 1629 y 1631:Al acontecer a la mitad de la historia, cuando uno está más intrigado, le da todavía más dramatismo. Si bien en algunos instantes parece algo cansado (cosa que incluso el narrador menciona), cumple con el doble propósito de informar y hacer más real la narración, pues por mucho tiempo del libro quedamos sin saber qué fue de nuestros personajes queridos. Es una angustia que se siente duradera.
No sé, en mi caso sí me hizo sentir que el tiempo pasó y dispersó más el camino de Renzo, Lucía, Agnese, el Innombrable, etcétera.
Que me resultó cansado, sí. Pero una vez que descubres el propósito y te llega esa sensación de dificultad y paso del tiempo, este pensamiento se va. Hoy que he terminado la novela, me pareció magistral.
Este efecto lo relaciono con el discurso sobre el infierno que Joyce añadió a su Artista Adolescente, pero de eso hablaré en otra entrada.
También es divertido imaginar los paisajes, caminos y andar de la gente conforme se dan los viajes entre cada ciudad. Me gustó seguir los pasos de Renzo, subir hasta el castillo del caballero innombrable, cruzar en bote los lagos, etcétera.
Sin duda es un libro que combina realismo, pueblo, historia y recursos narrativos. Obra maestra de la literatura universal que no debe dejarse pasar si tienes la oportunidad de leerla.
¿Qué hay del lenguaje?
Me hubiera gustado poder destacar el trabajo lingüístico con los dialectos que se manejan en la obra, pero leí la versión en español y además no soy un lingüista especializado en el italiano antiguo.Sólo podría mencionar, a grosso modo, que durante mucho tiempo Manzoni estuvo editando y reeditando debido a los contrastes de algunos vocablos y nivelar lo cultos que podrían parecer sus personajes. Hay que hacer mención que él venía de una familia muy bien acomodada, entonces su léxico era muy rico y refinado. Hacer una novela sobre el vulgo con lenguaje popular, supuso un gran reto para alguien demasiado culto que jamás había tenido la experiencia de vivir ese día a día.
Mención especial al canal Leggiamo con Letizia, que me dio norte para estructurar esta entrada: