Ir al contenido principal

Santa y el Naturalismo

Hace aproximadamente un par de semanas terminé de leer la novela Santa de Federico Gamboa. Quizás me tardé un poco pero, como suele sucederme, conforme estoy llegando al final de una historia (sea en literatura o en videojuegos) empiezo a ir más lento porque no quiero que termine.
El interés por la novela de Gamboa surgió en aquellos tiempos cuando cursaba la licenciatura en Letras. Quizás tardé mucho (muchísimo) en adentrarme en ella, pero creo que la espera valió la pena y ciertos libros caen en el tiempo perfecto.
Como está dicho en la descripción de este blog (el enlace por acá), quiero hablar de literatura a mi modo, con las impresiones que me deja cada obra más que un análisis riguroso, pero con el fin de retomar la profesión para la que estoy licenciado. Así que daré más contexto de la novelita de Gamboa.


¿Por qué Santa?

La temática me llamó la atención más que nada por lo que escuchaba. Una novela que tuvo gran éxito durante los comienzos del siglo XX con el tema de la prostitución. Sería interesante descubrir qué recursos utilizaba el autor para hablar abiertamente de ello, pensando en las reacciones que pudiera tener la gente de la época. 
No es que la prostitución no existiera o fuera algo nuevo en los 1900's (a como lo trata la novela, podemos darnos cuenta de que era algo bastante bien establecido. Y no hay que sorprendernos. Es un oficio muy antiguo), sino que vale recordar que el uso del lenguaje para la literatura de distribución masiva tenía que ser hasta cierto punto algo moderado. 
Y no se trata de juzgar a esa sociedad mexicana de persignada como muchos de poca mente lo harían. Hay que centrarnos en los valores, educación censura o libertad que en esos años rondaban. Podemos poner el ejemplo de las escenas que típicamente vemos con mujeres bailando el can-can. Hoy hasta un niño puede verlo y los padres no lo reprenderán, mientras que en esos tiempos era algo bastante atrevido. Así que, cada época tiene sus preceptos para el pudor y se analizan conforme lo que imperaba.

Otras fuentes literarias que puedo citar para el interés en el tema fue el famoso caso de las "poquianchis", bien relatado en la novela Las muertas de Jorge Ibargüengoitia; así como determinadas canciones de grupos de rock o Ska: "Vendedora de caricias" de Panteón Rococó o "Ella estrella" de La Gusana Ciega (esta última no lo dice abiertamente pero creo que hay algo rondando en la letra; más tarde, encontramos la novela Nadie me verá llorar de Cristina Rivera Garza, la cual leí para hacer un ensayo en la materia "Literatura de género"...
Yo mismo escribí una canción sobre el tema, "Día peculiar" (la cual está publicada en este enlace en el sitio Poémame). Esto surgió a raíz de un día en que fui a surtir con mi papá por aquellos rumbos de Obregón, Gigantes y San Juan de Dios. Yo veía a unas muchachitas de escasos 16, 17 años, paradas afuera de una casa. En ese instante mi ingenuidad no me dejaba entender qué sucedía, puesto que las veía muy chicas. Hasta que mi papá me dijo que por esa zona a plena luz del día, había prostitución.
Llegando a casa probé imaginar la historia de alguna de esas niñas y así surgió la canción. 


En fin que este tema de la prostitución está presente en el imaginario colectivo de los mexicanos, y más allá de estar tratando temas de relaciones sexuales, pienso en la obsesión que genera la figura de una prostituta en el hombre. Es decir, el que se enamora de ella porque sabe dónde encontrarla, porque puede alquilar el tiempo con ella y la mujer no se negará, así sea sólo escuchar parlotería. Luego el hombre sentirá celos aunque no tengan una relación, etcétera.

Contexto de la novela Santa


Imagen tomada de: Lifestyle

La novela está situada en la época del Porfirismo, así que podemos inferir y esperar que el llamado "Fantasma francés" esté presente ya que el señor Porifirio era un amante de Francia. Y, como es también una constante durante el siglo XIX y XX, todo lo francés es innovador y por ende influenció mucho a la literatura mexicana. Incluso muchas décadas después, en la figura de Carlos Fuentes, algo de lo franchute sigue.
Pero bueno, continuemos con este contexto. Esta novela ya no nos habla de los paisajes copiados del romanticismo europeo con sus grandes granjas a plenitud, sino que encontramos los campos mexicanos, las haciendas, los regimientos militares cambiando de poblado en poblado, las plazas de toros, las vecindades o casas de huéspedes, etcétera. 


Corriente literaria y filosófica de la obra

Durante el siglo XIX y como ocurre con todas las corrientes literarias, el Romanticismo europeo en México (que llegó algo tarde) estaba "luchando" con la necesidad de crear una literatura mexicana. El estandarte lo tomó Ignacio Manuel Altamirano, quien abogaba por alzar lo hecho en casa, con narrativas puras, que retrataran con fidelidad lo que era nuestro país. 
Como ya se mencionó en el apartado del contexto, los paisajes netamente europeos y ciertas costumbres, tenían que dejar su lugar a lo que se realizaba aquí en América. Esto, junto con las reformas de Juárez (la disminución del poder del clero tanto en lo económico como en lo educativo), logró darle a la literatura mexicana cierta independencia. 
A esto es a lo que llamamos el Modernismo en México, con la búsqueda de un nacionalismo en todos los sectores culturales, lo cual se contrapone a las inversiones e intereses extranjeros que Porfirio Díaz permitía a diestra y siniestra.
En esta época también entra el Positivismo de Augusto Comte, filosofía que fue de gran influencia para nuestros modernistas mexicanos. El método científico como la razón suprema para llegar al conocimiento, explicar la vida a través de las experiencias comprobables (de ahí que la educación católica tuviera sus roces durante la presidencia de Juárez). En ello conviven las corrientes del Realismo y Naturalismo, las cuales están muy emparentadas. 
Básicamente y, para no echar demasiado rollo, el Realismo buscaba retratar las costumbres de la sociedad tal cual eran. De ahí que muchas novelas de estas épocas nos tomen de la mano para darnos largas descripciones de paisajes durante varias páginas, a fin de decirnos tal cual es el mundo. Sin demasiados eufemismos (porque siguen estando presentes) ni tanta idealización: "las cosas como son". 
Por su parte, el Naturalismo, partiendo del Realismo, nos muestra las causas y efectos de los hechos descritos en cuestión y también predestinan a los personajes. No podemos esperar gente que cambie de un día para otro o que de pobre se haga rico (como en las viejas comedias griegas). Tu genética, tu familia y el lugar donde vives te marcan de por vida y no podrás escapar a ello, porque es tu naturaleza. 

Hablemos de Santa ya

Así pues, la novela de Federico Gamboa (publicada en 1903) nos sitúa en este México para contarnos la historia de una jovencita llamada Santa que a los 19 años llegó a parar en los brazos de la prostitución. Y digo a los brazos porque, como fiel novela naturalista, este termina por ser su destino fatídico pero donde llega a desenvolverse mejor e incluso llegar a tocar la cima. 
Me llamó la atención que la pequeña e inexperta Santa no toma mucho tiempo para habituarse a su nueva profesión. Un par de capítulos adentrados en la novela y ya está atendiendo a los hombres sin un dejo de pena, hablándoles, coqueteando, rechazándolos, etcétera. 
Ahora bien, en ese flashback donde vamos a la vida de mozuela, encontramos esos campos mexicanos con los que todos podemos identificarnos. La vida rural en pocas palabras. Con los valores del machismo como base de la educación mexicana y que, como ya dije anteriormente, no los vamos a juzgar o tildar de tonterías, sino entenderlos por cómo encajan en la obra:
Santa cae en las redes de un militar (como solía ser en esos tiempos donde estos hombres eran vistos como lo mejor de la sociedad por su valentía, gallardía y por ser, precisamente, "hombres" en el concepto de tener a varias mujeres a lo largo de la vida). 
Pues bien, ante esta pérdida de la virginidad, Santa tiene que abandonar el hogar en Chimalistac debido a la deshonra que ha generado no sólo en su madre, sino también en sus hermanos, quienes fervientemente la rechazan y jamás habrá vuelta atrás. "No nos busques nunca. Para nosotros no existes ya" le dijeron cuando la encontraron en la ciudad de México ejerciendo su trabajo de prostituta.

Este episodio aparte de ser triste, me hizo pensar en cómo la chica Santa cayó de la gracia e inocencia que la adolescencia lleva consigo (aunque los "shaaavos" de 16, 17 crean tener el mundo a sus pies y todo el conocimiento del mundo). Sencillamente perdió todo al creer las palabras de un joven Marcelino que sólo buscaba satisfacer sus necesidades carnales. Esta parte de la novela es interesante en la conversación que tienen Santa y el militar, donde una trata de encontrar el amor en los ojos del chico, y el otro simplemente está como si nada, tras consumar su objetivo. Callado, serio, pensativo, con ganas de irse de ahí.
En pocos instantes todos esos bellos y agradables momentos que se nos describen en páginas previas (la rutina de Santa, de su familia, sus pensamientos inocentes, su alegría, etcétera) se van hacia abajo. 
Este tipo de pasajes son los que me traen nostalgia y me voy al pasado, recorriendo todos los eventos que me han hecho ser quien soy y cómo, inevitablemente, pasamos a ser adultos. Los días tranquilos allá quedaron y las preguntas poco a poco se vuelven más difíciles, sin una respuesta que encontrar.

Predestinación naturalista

En la novela, además, encontraremos esas características de naturalista, con Santa cayendo cada vez más, haciendo que esos días felices sean cada vez mas nostálgicos y el dolor de recordarlos sea más intenso para el lector. Ya que a la protagonista parece no preocuparle demasiado su descenso, a fin de cuentas que su poca historia familiar no le reclama nada puesto que sus hermanos decidieron renegar de ella y su madre logró otorgarle el perdón. 
Es la joven Santa vagando por la ciudad, mientras el tiempo transcurre y su juventud física se está yendo a pasos agigantados.
Su eterno enamorado y amigo, Hipólito el pianista, también presa del naturalismo, jamás podrá acceder a Santa, por más que "arda" en deseo y la ame de verdad. 
Aquí es donde entra el tema que comenté en los párrafos introductorios. La obsesión con la chica prostituta y los celos que no pueden siquiera formularse en reclamos porque no son pareja siquiera. 
Y además hay que tocar el tema del mundo de la historia (es decir, el escenario donde se narra la obra). Mientras Santa va en sus fatídicas aventuras, la casa de Elvira seguirá andando, los caballeros de clase alta seguirán frecuentándola, los cocheros seguirán dando paseos, prestando sus servicios, la plaza de toros estará más viva que nunca, y así con lo demás.
No es que se nos diga tal cual en algún capítulo que esto sigue, que el mundo continúa girando, sino que el lector debe hacer este contraste al quedar estos personajes en segundo término, como parte de la escenografía. Es decir, la vida sigue, nuestra protagonista llegó a su fin pero el resto de los mortales en la novela sigue su curso. Hipólito seguirá yendo al panteón, seguirá rezando por la amada que nunca pudo tener dadas las circunstancias del destino. 
Una compañera de trabajo, Vrisceida, me comentó sobre esa otra teoría que se vuelve la antítesis de las realidades alternas donde vives algo diferente cada vez. Es decir, que tenemos varias vidas a lo largo de las épocas pero en todas siempre vamos a vivir lo mismo. Parecido a esta predestinación del naturalismo. Suena interesante pero no he leído mucho de ello. Quizás después lo haga.


¿Cómo hablan nuestros personajes en Santa?

En cuanto al lenguaje, puedo decir que a leguas se nota el que no se utilicen términos más específicos o se explaye el narrador en lo que sucede. Vuelvo a aludir al tema de la censura y agrego la conciencia del autor por dotar de un lenguaje bello porque está haciendo literatura. Es así que, si bien podemos leer diálogos de los personajes, es difícil pensar en que hablaran tal cual. No vemos modismos, recorte de letras, frases coloquiales, groserías, etcétera. Este recurso literario llegará décadas después, así que durante el siglo XIX y parte del XX, seguimos encontrando palabras muy correctas, adornos y pulcritud en la redacción. 
A pesar de ello, el narrador en tercera persona no falla en pintarnos fielmente el escenario donde ocurre cada hecho.


A manera de cierre

Hay más cosas que me gustaría decir de Santa, pero no quiero hacer una entrada tan larga (que de por sí puede tornarse aburrida). Me gustó volver a leer una novela de corte naturalista porque mientras iba con la lectura trataba de descifrar hacia donde se dirigía. Iba encontrando esos guiños del naturalismo, haciendo relaciones entre los personajes y los hechos, etcétera.

Es una novela que sigue gozando de éxito, tanto por el tema como por la brevedad en páginas pero vigente en la cultura del mexicano. 
Se aborda el tema de la prostitución desde la perspectiva de la chica pero no vamos a ver opiniones sobre el oficio. Hay que seguir el desarrollo de Santa y los obstáculos que va enfrentando, mientras asociamos estos hechos con las causas y consecuencias. 
Y, bueno, un momento embellecedor en la novela fue cuando Santa despierta junto a un estudiante. Esa tarde fue de paz para ella, tratado en la novela como el único día verdaderamente feliz donde luego de una buena comida y plática, ambos habrán de despedirse para no volver a verse y sólo conservar ese bonito recuerdo.
Nuestra vida suele tener estos ratos. Hablando de estar en un lugar por única ocasión; conversar con alguien en otro estado por primera y última vez; regalar un dulce a un niño de pasada en la calle; ayudar a una señora a encontrar un domicilio... Si alguien está leyendo esto, lo invito a pensar en esos ratos únicos de su vida donde sintió una alegría inmensa para luego perderla para siempre al ver esfumarse ese instante. 

Comentarios

También puedes leer

Canción "The last day of Summer" de The Cure

Quizás esta es una de las frases que más escuchamos cuando somos niños: "cuando llegue el tiempo lo entenderás". Pues bien, este año casi llego a las 3 décadas (casi soy la señora... Ok, no) y empiezo a tener esas sensaciones de "cuánta verdad podemos encontrar en un dicho común" conforme escucho canciones que antes me eran más complejas. Si bien era un chamaquillo de 15 años cuando empecé a escuchar a The Cure, era muy difícil que en ese momento captara exactamente lo que las letras de Smith expresaban. Porque, aceptémoslo, fuera de las más comerciales de la banda inglesa, las demás son más complejas. Esas canciones que se quedan en el lado oscuro de su luna, tienen más mensajes sobre el crecimiento, sobre el desarrollo de la vida. La canción que hoy quiero comentar se llama "The last day of Summer", que forma parte del álbum de 2000 Bloodflowers . Este discazo es considerado parte de la trilogía oscura, que completan Pornography (1982)   y Disin

Nuestros sueños deshechos se representan en Madame Bovary

By Composition of Alfred de Richemont (1857-1911) engraved by Charles Chessa [Public domain], via Wikimedia Commons El título de esta entrada es resultado de las palabras que vinieron a mi mente conforme llegaba al nudo de la narración de esta novela. Madame Bovary , novela escrita por el francés Gustave Flaubert, es un ejemplo de la corriente realista que le hacía frente a los sueños del Romanticismo. Breve contexto de la obra Madame Bovary es una novela escrita en el siglo XIX, la cual es considerada como la primer obra narrativa de corte realista. Cabe recordar que hay tres corrientes que conviven en transición desde el siglo XVIII hacia poco después de la mitad del XIX: Romanticismo, Realismo y Naturalismo (este último es considerado también consecuencia del segundo). Pues bien, para decirlo de manera breve, si el Romanticismo era todo pasión, una exaltación de todos los sentimientos (no sólo el amor), el Realismo vendría a decir: tranquilos, que por andar de soñadore

Mitología griega con The Cure en Sirensong

Falta un mes para que la última entrada del blog cumpla un año. Y yo que pensé que sólo había dejado de escribir por unos pocos meses. El tiempo de verdad vuela cuando postergamos lo que no es obligatorio. El tema esta vez es sobre la canción "Sirensong" de la banda The Cure, pieza que apareció en su último álbum de estudio 4:13 Dream lanzado en 2008. Sí, también a ellos se les fue el tiempo. Y más si consideramos que Smith tiene años postergando el "próximo trabajo" del grupo. Casi a mediados de 2019 había dicho que estaba listo. Y después mencionó su deseo de que saliera antes de fin de año. Pues bien, parece que también al buen Robert se le ha diluido la calendarización. Tras una introducción no pedida, el tema de esta entrada gira en torno a comentar la mencionada canción. Primero contaré la pequeña anécdota narrada, después los recursos literarios llamativos para que la obra musical funcione. Narración La canción es una pequeña narración,